miércoles, 27 de mayo de 2015

Melanie Klein (1882-1960)

Desde los primeros momentos de vida se crean fantasmas que son pensamientos y sentimientos inconscientes; este fantasma crea un mundo imaginado en el cual construye experiencias de dentro y fuera.  Klein propuso que una mejor interpretación y comprensión, de parte del niño, de sus fantasmas, fortalece al niño para lidiar con los conflictos de amor y odio hacia la misma persona. Utiliza el juego y las vocalizaciones del niño durante el juego como “asociaciones libres”. (Juguetes, figuras humanas, etc.)

Conceptos
            Instinto epistemofílico “amor al conocimiento” Se da la etapa de femineidad, hay una identificación activa con la madre, se da una envidia del útero y del pecho. La curiosidad sexual queda limitada por el lenguaje.           
            El complejo de Edipo en los niños varones. Propone que la envidia del útero es más importante que la envidia del pene, el útero y el pecho despiertan el interés, se quieren poseer y además destruir, lo que genera culpa.
            El complejo de Edipo en las niñas. La envidia y odio a la madre se da porque la niña cree que ella no sólo posee al padre sino también el pene del padre. Conforme se apega al padre experimenta eróticamente sus atenciones y aumenta el resentimiento hacia la madre, a quien luego le resiente no tener pene y lo siente como un castigo.
Teoría del súper-yo de Klein. La niña toma como modelo a su fantasma de la madre, aspectos crueles y cariñosos, posteriormente le agrega cualidades de cuidado, amabilidad y generosidad. Por su lado el niño inicia formando su súper yo como imagen cruel y sádica de su fantasma madre-pecho, luego incorpora el cariño y amabilidad materna, posteriormente se identifica con el padre y su imagen idealizada se vuelve dominante en el súper  yo.

Referencia Bibliográfica. Sólido, R. (2009). Teorías de la personalidad. México D.F: Mcgraw-Hill 

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